Un avance sobre las elecciones de 2024 en América Latina

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En los últimos años, el sentimiento anti-oficialista se ha apoderado de la mayoría de América Latina, moviendo el péndulo electoral hacia la izquierda en México, Colombia, Honduras y Brasil, trastocando las coaliciones corruptas que durante mucho tiempo han gobernado en Guatemala y entregando la presidencia de Argentina a un autoproclamado "anarcocapitalista". Sin embargo, el 2024 podría resultar ser un buen año para los candidatos del oficialismo. En los cinco países con elecciones este año —El Salvador, Panamá, República Dominicana, Uruguay y México—, los aspirantes de los partidos gobernantes, al menos hasta ahora, encabezan las encuestas.

Ciudadanos emiten sus votos en las urnas en el centro de Ciudad Juárez, México. 1 de julio de 2018. (Victor J. Blue/The New York Times)
Ciudadanos emiten sus votos en las urnas en el centro de Ciudad Juárez, México. 1 de julio de 2018. (Victor J. Blue/The New York Times)

Si estas encuestas se tradujeran en resultados electorales, serían una señal de que los candidatos moderados aún pueden prevalecer sobre populistas desestabilizadores, especialmente en democracias sólidas con partidos políticos competitivos, como Panamá, República Dominicana y Uruguay. Pero también podría consolidarse el autoritarismo en El Salvador e inaugurar una nueva era de gobierno unipartidista en México.

Las implicaciones de una inestabilidad en América Latina para la seguridad de Estados Unidos son multifacéticas y se interconectan.  Dicha inestabilidad política y económica crea un terreno fértil para el tráfico de drogas, el crimen organizado y la migración irregular, lo cual tiene graves consecuencias para la paz y seguridad de los Estados Unidos. En toda América Latina, Estados Unidos depende de la cooperación de gobiernos populares y capaces para controlar el tráfico de drogas y la migración a lo largo de su frontera sur.

En 2024, también podrían llevarse a cabo elecciones en dos países sin gobiernos democráticamente electos. Las elecciones en Venezuela podrían abrir paso a un cambio democrático, aunque aún no está claro el compromiso del régimen con un proceso competitivo. Asimismo, aunque se podría iniciar un proceso electoral en Haití, el control de las pandillas criminales de grandes áreas del país hará más difícil o casi imposible llevar a cabo elecciones creíbles.

A continuación, los expertos en América Latina del USIP ofrecen un análisis previo a las elecciones de 2024 en la región.

El Salvador – 4 de febrero

El presidente salvadoreño Nayib Bukele está listo para aprovechar la enorme popularidad de su ofensiva contra las pandillas y lograr una victoria abrumadora, consolidando así su control sobre la presidencia, el poder legislativo y el sistema judicial salvadoreño. Las acciones autocráticas de su gobierno, que incluyen la suspensión del debido proceso para decenas de miles de detenidos, el despido de jueces sobre dudosas  bases legales y su decisión de postularse nuevamente a la presidencia pese a las claras prohibiciones constitucionales sobre la reelección consecutiva, han alarmado a defensores de los derechos humanos. No obstante, hasta el momento, lo anterior ha tenido poco impacto en su popularidad, aunque esto podría cambiar si el gobierno de Bukele extiende su ofensiva militar y policial sin abordar la pobreza, que durante mucho tiempo ha contribuido al crecimiento de las pandillas.

Panamá – 5 de mayo

En Panamá, el expresidente Ricardo Martinelli encabeza al grupo amplio de numerosos competidores por la presidencia, a pesar de su sentencia en contra por lavado de dinero. Si Martinelli pierde su apelación, las elecciones podrían enfrentar a Martín Torrijos, otro expresidente, contra Ricardo Lombana, quien lidera un nuevo movimiento político de centro cuya plataforma se enfoca en la austeridad y la lucha contra la corrupción. Asimismo, un polémico contrato canadiense minero ha surgido como tema principal en la campaña, provocando protestas generalizadas. Todos los candidatos líderes respaldaron una reciente decisión de la Corte Suprema que declaró inconstitucional el contrato, pero el tema aún podría beneficiar a Torrijos y Lombana, quienes al principio de la polémica criticaron el proyecto.

República Dominicana – 19 de mayo

El presidente en funciones Luis Abinader, próspero empresario que ganó como candidato de oposición y anticorrupción en 2020, parece tener altas posibilidades de prevalecer nuevamente en 2024. La economía de la República Dominicana continúa siendo una de las de mayor crecimiento en la región y las estrictas políticas del gobierno contra los migrantes haitianos siguen siendo ampliamente populares, aunque la inseguridad a lo largo de la frontera con Haití podría alterar la campaña electoral.

México – 2 de junio

Los mexicanos están a punto de hacer historia al elegir por primera vez a una mujer como presidente en las elecciones generales. Las dos principales contendientes son Claudia Sheinbaum, protegida política del actual presidente Andrés Manuel López Obrador, y Xóchitl Gálvez, quien lidera la coalición opositora.

Sheinbaum, exalcaldesa de la Ciudad de México, encabeza cómodamente  las encuestas, impulsada por la popularidad de López Obrador, también conocido como AMLO, cuyos partidarios le atribuyen la reducción de la pobreza mediante sus programas sociales. Gálvez, líder indígena que salió de la pobreza convirtiéndose en una prominente empresaria de tecnología, no ha logrado superar la ventaja de la coalición gobernante a pesar de sus duras críticas a la administración actual por no reducir la violencia criminal. Los críticos acusan al gobierno de AMLO de aumentar el gasto social para favorecer a candidatos oficiales y de debilitar deliberadamente la autoridad electoral independiente y el poder judicial, socavando la democracia mexicana.

Estados Unidos tiene un gran interés en apoyar un gobierno democrático y estable en México, que en 2023 superó a China como el mayor socio comercial de Estados Unidos. A pesar de las relaciones a veces tensas con AMLO – especialmente con relación a la política estadounidense hacia Cuba, Venezuela y Nicaragua – la administración Biden depende de la cooperación mexicana para frenar el tráfico de drogas y la migración irregular a lo largo de su frontera sur.

Uruguay – 27 de octubre (primera vuelta); 19 de noviembre (segunda vuelta)

Después de las primarias en abril y junio, Uruguay celebrará, a finales de octubre, elecciones presidenciales y legislativas, además de una serie de referenda sobre reformas constitucionales. Las elecciones presidenciales enfrentan a la gobernante “Coalición Republicana” de centroderecha, contra el Frente Amplio de centroizquierda, el cual mantuvo la presidencia durante 15 años hasta perder frente al actual presidente Luis Lacalle Pou en 2020. La percepción de un aumento de la criminalidad y una serie de escándalos de corrupción bajo el gobierno de Lacalle podrían seguir impulsando el apoyo al Frente Amplio. Los partidos celebrarán sus primarias en junio próximo: Yamandú Orsi, intendente del departamento de Canelones, lidera actualmente las encuestas para el Frente Amplio, mientras que Álvaro Delgado, exsecretario de la presidencia, es el favorito dentro del gobernante Partido Nacional. Si ningún candidato presidencial obtiene más del 50 por ciento el 27 de octubre, habrá una segunda vuelta el 19 de noviembre.

Venezuela

En octubre de 2023, el gobierno de Venezuela y la oposición acordaron celebrar elecciones presidenciales en el segundo semestre de 2024, generando esperanzas para una resolución pacífica a la crisis política y económica que ha obligado a millones de venezolanos a abandonar su país.

Sin embargo, el gobierno ha bloqueado a María Corina Machado, ganadora de las primarias de la oposición, para participar en el proceso electoral. Machado está apelando su inhabilitación y continúa haciendo campaña en contra del presidente Nicolás Maduro, cuyo régimen es profundamente impopular. Si la oposición logra una victoria electoral, una transición democrática requerirá negociaciones adicionales para garantizar la justicia y la reconciliación nacional. Una elección libre y creíble contribuiría a promover tres objetivos de los Estados Unidos: la restauración de la democracia venezolana, la reducción de la migración irregular venezolana, y la reapertura de los flujos de petróleo venezolano hacia los mercados estadounidenses en medio de una crisis energética global.

Haití

La crisis política en Haití continúa. Desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021 y la terminación del periodo legislativo el año siguiente, el país no cuenta con líderes políticos electos, aunque podría celebrar elecciones en 2024 si mejoran las condiciones de seguridad.

Algunos observadores haitianos e internacionales, incluido un enviado especial de la ONU, creen que el celebrar elecciones rápidas es la única forma de restablecer el sistema político en el país. Otros cuestionan si Haití realmente puede celebrar elecciones creíbles cuando las pandillas controlan gran parte de la capital y extensas zonas rurales.

Por lo pronto, continúan los esfuerzos para preparar una misión multinacional de seguridad y negociar un acuerdo político para establecer un gobierno de transición. Lo anterior podría dar tiempo al país para sentar las bases de un proceso electoral creíble. Aunque no se puede descartar la posibilidad de elecciones en 2024, dicho proceso probablemente sería caótico, cuestionado y con pocas probabilidades de resultar en un gobierno estable.


PHOTO: Ciudadanos emiten sus votos en las urnas en el centro de Ciudad Juárez, México. 1 de julio de 2018. (Victor J. Blue/The New York Times)

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