Cauteloso optimismo por la paz en Colombia (edición español)

El 7 de agosto de 2010, Juan Manuel Santos, Ministro de Defensa durante el gobierno saliente del Presidente Álvaro Uribe, fue investido como nuevo presidente de Colombia. Los temas de paz estuvieron en gran medida ausentes del debate público durante la campaña presidencial, pero emergieron inesperadamente en las últimas semanas de mandato del Presidente Uribe.

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Resumen

  • La nueva administración colombiana que tomó posesión a principios de agosto enfrenta un singular conjunto de retos y oportunidades para el restablecimiento de la paz ante el conflicto armado interno del país.
  • A raíz de una serie de tensiones con los países vecinos sobre la presencia de grupos armados ilegales a lo largo de las zonas fronterizas de Colombia, el nuevo Presidente Juan Manuel Santos, estableció rápidamente nuevos mecanismos con sus vecinos con el fin de asegurar que los asuntos regionales contenciosos se aborden antes de llegar al punto de efervescencia.
  • En un video sorprendente, divulgado justo antes de que el presidente electo asumiera el poder, el máximo dirigente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Ejército del Pueblo (FARC-EP) convocó a Santos a entablar un diálogo sin establecer condiciones previas, abriendo así una nueva ventana de oportunidades para buscar la paz.
  • El Presidente Santos respondió que “la puerta del diálogo no está cerrada con llave” insistiendo, sin embargo, que la guerrilla debe deponer las armas y cumplir una serie de otras condiciones previas antes de dar lugar a las conversaciones. Los mediadores anteriores difieren sobre si esas condiciones previas supondrán un obstáculo para las conversaciones.
  • En los últimos días de agosto, Brasil y Ecuador rechazaron un pedido de las FARC-EP de reunirse con la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) con el propósito de discutir una solución política al conflicto en Colombia. Los líderes de la UNASUR señalaron que no se involucrarían en la mediación del conflicto sin una invitación expresa del gobierno colombiano. Éste rechazó la mediación de la UNASUR y destacó su preferencia por negociar directamente con las FARC-EP una vez que éstas cumplan las condiciones previas del gobierno.
  • Se necesitarán esfuerzos concretos de buena fe - tanto públicos como privados - por parte delgobierno y la guerrilla para fomentar la confianza, abordar el legado de desconfianza creado por décadas de violencia y sentar las bases para futuras negociaciones.

Acerca de este texto

Este texto fue escrito por la Dra. Virginia M. Bouvier, oficial de programas en el Centro para la Mediación y Resolución de Conflictos del USIP, y editora del
libro, “Colombia: construyendo paz en tiempos de guerra.” Se basa en entrevistas que realizó durante una visita a Colombia del 28 de julio al 7 de agosto de

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